Aquel día mi guardia fue relativamente tranquila. Solo tuvimos un par de asistencias. Recuerdo el enfado del conductor cuando limpiábamos la ambulancia después de nuestra primera salida. Incrustado en un hueco entre la chapa de un cajón refrigerado y la camilla había una cinta de cassette con todo el mal aspecto que podáis imaginar. No tenía caja, era negra con algunos restos de lo que un día fue una etiqueta blanca, o quizás amarilla. Más parecía que la hubieran conservado treinta años en una bolsa de plástico que también usaran para guardar comida, pues las manchas eran de todos los colores incluyendo un sospechoso trazo rojo oscuro con relieve. Fuesen coágulos, o trozos de vísceras, después del comentario de mi compañero, y ver que entre los garabatos que tenía por todas partes, incluyendo algunos rayados con un punzón sobre el plástico, podía leer la palabra «Spektrum», no pude resistir la tentación de meterla en una bolsa apartada de la basura.
Lo cierto es que olvidé el asunto, pues no llegué a recoger la cinta aquel día. Os mentiría si dijera que no pensé en algún momento que sería interesante intentar cargarla en mi Spectrum, pero la conversación, las comidas reunidos con compañeros del hospital y toda la liturgia de la guardia borraron de mi cabeza aquella cinta, que probablemente había pertenecido al paciente que me comentaron del turno anterior.
Fue una noche desvelado, mientras me planteaba qué demonios estaba haciendo con mi vida, y el cansancio, el miedo y las arcadas me corroían más que el talco de los guantes en la piel, cuando encontré la cinta «Spektrum» en una caja de zapatos. Quizás una maléfica voluntad hecha de hierro y cromo la hizo arrastrarse hasta allí.
Su autor o autores no se identifican, tampoco el año de producción. Hay detalles que hacen pensar en que algunos son versiones de antiguos arcade, por la similitud de ciertos recursos gráficos que se empleaban en primitivos juegos vectoriales. AGD no resulta un motor adecuado para este tipo de juegos, cuestión que hemos intentado recrear empleando nuestro propios trucos.
Así pues, bajo vuestra propia responsabilidad, os presentamos EL DÍA DE LOS MUERTOS.
Polybius Soft+Colaboradores